martes, 18 de marzo de 2008

URIBE DEBE PEDIR PERDÓN A ECUADOR

Revista No. 103- 10 de marzo de 2008
No es circunstancial la agresión del gobierno de Uribe a sus vecinos, éste cuenta con el irrestricto respaldo del gobierno de Bush y ello lo hace más agresivo y prepotente, subestimando a los países con menos potencialidad militar y pequeños en territorio.
En la crisis política y diplomática que hoy vive el gobierno de Colombia con los países vecinos, queda claro que se expresan dos concepciones de la vida y la política.
De un lado el imperialismo yanqui con su política de gran potencia y del otro, los países y pueblos empeñados en construir un futuro democrático, soberano y de dignidad, que les exige romper amarras con ese imperialismo.
Esta legítima postura de los pueblos, rompe la política hegemonista y unipolar del gran gendarme; esa es la verdadera razón del grave conflicto que hoy se ha presentado y donde el gobierno de Uribe por su parte, sin política exterior propia, cumple los mandatos yanquis al pie de la letra.
Con el pretexto de combatir una fuerza insurgente, que temporalmente estaba ubicada en territorio fronterizo del vecino Ecuador, hace inteligencia, bombardea, toma posición de dicho territorio y rescata cadáveres violando de manera flagrante la soberanía, la dignidad y la inviolabilidad del territorio de un país hermano.
Hoy fue la República del Ecuador, ¿cuál país será el próximo agredido en esa política imperialista, donde Colombia es la cabeza de playa? Para desgracia de su pueblo, los revolucionarios y demócratas.
Esta grave violación contra el Ecuador, hace urgente tomar las medidas que garanticen el respeto de las leyes internacionales, que regulan las relaciones entre pueblos, gobiernos y países, de tal manera que ello se ponga por encima de cualquier interés particular, que afecte su dignidad, autodeterminación y soberanía.
No es ejemplar el tímido papel del Consejo Permanente de la OEA, porque a pesar de quedar clara la grave conducta punible del gobierno colombiano contra la República del Ecuador, no la sanciona, ampara la impunidad y deja las manos sueltas al agresor; este hecho desgasta y hace de poca confianza a este organismo.
Es de destacar, la digna conducta de aquellos gobiernos, que no satisfechos con el veredicto de la OEA, continúan en sus esfuerzos para que la verdad y la justicia terminen por imponerse y se sancione los responsables de tan graves hechos.
La Décima Cumbre del Grupo de Río consigue compromisos de reparación y no repetición de estas violaciones, dándole prioridad al respeto al Derecho Internacional, sin dejarse imponer la versión imperialista de la lucha contra el terrorismo. Constituyéndose en otro golpe a la hegemonía imperialista en el continente.El pueblo de Colombia no puede hacer caso omiso a lo ocurrido ni dejarse utilizar de la élite gobernante y excluyente, que mientras estimula un vulgar patrioterismo, entrega su soberanía a la potencia del norte, sin importarle el triste papel de peón de brega que le define el imperio para agredir a sus vecinos.
Los pueblos del continente no pueden olvidar esta grave violación, la urgente unidad entre ellos debe ser un reclamo enérgico a sus gobiernos, exigiendo que se defiendan los intereses de las grandes mayorías.
El ELN reitera que mientras el gobierno se empeñe en la guerra, no solo contra la insurgencia sino también contra los países vecinos, es muy difícil allanar el camino a la paz con justicia social, que es el imperativo que nos debemos plantear todos los colombianos, razón por la cual reiteramos la urgencia de una salida política al conflicto y para ello es indispensable la participación activa de la comunidad Internacional.

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