A pesar de la relativa tranquilidad, el momento es de cautela, opinó este lunes el presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, al analizar la posibilidad de agravamiento de la crisis en Estados Unidos.
La advertencia formó parte de la entrevista que el mandatario ofrece cada lunes a través de las ondas de Radio Brasil en el programa Café con el Presidente dedicado este lunes en gran parte a analizar los efectos de la crisis financiera estadounidense.
Aseguró que la diversidad de países que importan productos brasileños ayudarían a aliviar los efectos durante un eventual agravamiento de la crisis económica generada en Estados Unidos y añadió que hasta ahora no hay indicios de que pueda afectar a Brasil.
"Si hubiera una crisis profunda en Estados Unidos, una recesión, eso sí causará problemas a todos los países del mundo, pero la diverficación de las exportaciones brasileñas pueden llevar a Brasil a tener menos dificultades que otros que sólo dependen de Estados Unidos y la Unión Europea", precisó.
Recordó que además el sistema financiero brasileño no está envuelto en la crisis de los títulos inmobiliarios norteamericanos y este país sudamericano tiene una economía sólida y sustentada mucho en su crecimiento interno, así como una política de exportación muy fuerte y diversificada.
No obstante, indicó que a pesar de esa evaluación favorable "el contexto económico requiere precaución", y recordó que el Ministerio de Hacienda anunció medidas para mejorar la situación del cambio e incentivar todavía más las exportaciones, "pues de cualquier forma estamos cautelosos".
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