lunes, 10 de marzo de 2008

Carta Abierta a Rafael Correa

Por: Partido popular socialista de México
Señor Presidente Constitucional de la República del Ecuador,Rafael Correa Delgado;
Con todo respeto:
El pueblo de México comprende el alto valor que tiene la defensa que usted lleva adelante, de la soberanía y la inviolabilidad territorial de su país, a partir de la violación inexcusable cometida por el gobierno de Álvaro Uribe, de Colombia, en la que fueran asesinados arteramente Raúl Reyes, un luchador revolucionario de conducta vertical y altamente humanista, y otras decenas de hombres y mujeres de nacionalidades diversas, incluidos mexicanos, según se ha hecho público. Por su digna actitud, señor presidente Correa, el Partido Popular Socialista de México lo felicita y le expresa su plena solidaridad.
Sabemos que sobre todo para los pueblos de América Latina es fundamental la defensa de principios superiores como el de la soberanía nacional, no intervención y autodeterminación de los pueblos. Los mexicanos los valoramos altamente como resultado de nuestra experiencia histórica dolorosa, pues hemos sufrido agresiones reiteradas de las potencias de Europa y, sobre todo, del poderoso y ambicioso vecino imperialista, Estados Unidos, que incluso nos arrebatara más de la mitad de nuestro suelo patrio.
Como bien lo ha señalado usted, señor presidente Correa, no hay pretexto válido para una violación tan grave como la cometida por el ejército de Uribe, como tampoco la hay para asesinar de manera cobarde a esas personas, entre las que había guerrilleros, luchadores por la liberación de su pueblo, y visitantes. Aún si los sacrificados hubiesen sido terroristas, según lo afirma –sin prueba- la propaganda política de Uribe y de sus patrocinadores de Washington. Así los asesinados hubiesen sido “demonios o ángeles”, nada justifica haber vulnerado el territorio ecuatoriano, como tampoco haber asesinado de manera brutal y cobarde a esas personas.
En efecto, si Uribe fuese un demócrata, como él se dice, si fuese respetuoso de las normas de la convivencia entre individuos y naciones, y estuviese combatiendo a terroristas y delincuentes, como pretexta, se hubiera dirigido al gobierno de usted y solicitado su intervención con base en el derecho internacional. Y si no lo hizo, no fue porque ignore los principios y normas del derecho, puesto que es abogado, sino porque él, Uribe, ha fado muestras reiteradas de su conducta torcida, su irrespeto al derecho, a la democracia, a la vida, a la libertad, al sentido del honor y, sobre todo, de sumisión a los intereses del gobierno de una potencia extranjera, los Estados Unidos, que saquea, atropella y subordina a los pueblos de América Latina, entre ellos el hermano pueblo colombiano.
Por lo dicho, señor presidente Correa, el pueblo de México, se identifica con usted y con el pueblo de Ecuador de manera plena en su lucha; defender la dignidad, como usted lo hace, del pueblo ecuatoriano, es defender la dignidad de todos los pueblos de Nuestra América, como en nuestro caso lo han hecho también, en su momento, dirigentes que asimismo estuvieron a la altura de sus responsabilidades, como el presidente Benito Juárez, como Lázaro Cárdenas, entre otros.
Ciudad de México, marzo 5 de 2008.
La Dirección Nacional,
Cuauhtémoc Amezcua Dromundo, Primer Secretario; Juan Campos Vega, Segundo Secretario; Belisario Aguilar Olvera, Carmen Chinas Salazar, Adrián García Enríquez, Martha Elvia García García, Luis Miranda Reséndiz, Jorge Tovar Montañez, Mario Efrén Ochoa Vega, José de los Santos Cervantes, José Santos Urbina Mendoza

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