martes, 21 de abril de 2009

El Salto Estratégico de la Seguridad Democrática ¿Terrorismo de Estado abierto o encubierto?

En lo que ha corrido del año han arreciado las amenazas contra la población civil organizada o no y pese a que no es un capitulo nuevo en la historia de Colombia, si se hace cada vez más evidente en su forma y en su fondo.
Los hechos que motivan este artículo para no ir muy lejos los retomaremos a partir del mes de junio del año 2008, cuando abiertamente Uribe Vélez declaró en rueda de prensa a través de la entonces directora del DAS María del Pilar Hurtado la guerra frontal contra el movimiento universitario que levanta las banderas de la defensa del derecho a la educación, acusando a todos sus miembros, dirigentes y comunidad universitaria en general de hacer parte del pueblo en armas, con complicidad de Gina Parodi, quien no conocía la universidad publica y que con asombro descubrió lo que ocurre en ella desde hace más de cien años, el ejercicio de las libertades democráticas. Un mes después empiezan a aparecer las amenazas donde son declarados objetivo militar los representantes y activistas estudiantiles, profesorales y trabajadores de los centros educativos e intentan instalar toques de queda en los campus universitarios.
Situación que se extendería rápidamente a las organizaciones defensoras de Derechos Humanos, juntas de acción comunal, jóvenes de sectores populares y sindicatos son victimas de una arremetida del terror estatal-paraestatal, públicamente Uribe Vélez llama a no prestar atención a las amenazas, mientras Naranjo afirma que en los barrios son proferidas por los padres de familia y vecinos de las comunidades afectadas (otro capitulo donde las victimas se convierten en victimarios), los defensores de derechos humanos quieren irse al exterior y los sindicalistas se hacen auto atentados para perjudicar el TLC, en las comunas de Ciudad Bolívar , Medellín, Cali y otras que seguramente no se hacen publicas, son enfrentamientos entre bandas por el control del territorio y entonces que es la ¿Seguridad democrática, que tiene al país sumido en tanta inseguridad y semejante caos?.
Pero el estado paramilitar intenta extenderse por nuestra América con sus escuadrones de la muerte, realizan operaciones encubiertas y ejecutan masacres en las zonas de fronterizas de Venezuela y Ecuador y acto seguido se pronuncia frente a la necesidad del control fronterizo .Las amenazas tienen tres puntos comunes: aparecen inmediatamente después que Uribe Vélez o el candidato Santos señalan a los sectores contra los que posteriormente arremeten los paramilitares, caso similar al presentado en San José de Apartado, el anuncio de toques de queda a lo largo y ancho del país, y son firmadas por la organización narco-para-estatal Águilas Negras, situación que confirma lo que en diversos escenarios se planteaba en medio de los “acuerdos “ con los paramilitares: el proceso de negociación con los paramilitares y su ley de justicia y paz apuntaba en dos sentidos, el primero a legalizar el dinero de las mafias del narcotráfico y el segundo adelantar un proceso de reestructuración de los escuádranos de la muerte, pasando de confederación de ejércitos regionales a uno de orden nacional, que garantizara mantener el control contrainsurgente en el campo y avanzara hacia las ciudades, con mando centralizado en la casa de Nariño.
Hace pocos días el candidato- ministro de defensa Santos presenta la segunda fase del plan para arremeter contra cualquier “enemigo” potencial, no olvidemos que la Escuela de las Américas enseñó a los mercenarios que cualquiera que no este en los hilos del poder puede ser enemigo potencial, es así como el candidato Santos anuncia la profundización del terrorismo de estado denominado el Salto Estratégico“, donde afirma que se adelantara una lucha política y jurídica contra las FARC , que según los candidatos ultraderechistas, han infiltrado masivamente diversas organizaciones sociales a través del Partido Comunista Clandestino y entonces una duda salta al ruedo ¿garantizará el llamado plan estratégico la derrota de un ejercito popular que ha logrado adaptarse y resistir en las más adversas condiciones por más de 50 años? o ¿simplemente es una campaña cívico militar del terrorismo de estado, en sus expresiones abiertas y encubiertas de envergadura nacional en campos y ciudades, para silenciar las voces de los excluidos sociales, en medio de la profundización de la crisis económica, social y política, agravada por la dictadura uribista?.

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