miércoles, 9 de julio de 2008

Nueva versión de Brownfield deja al descubierto contradicciones de la "Operación Jaque"

El embajador estadounidense en Bogotá, William Brownfield, debió trabajar "duramente" para convencer al Gobierno estadounidense para que diera luz verde al rescate por Colombia de 15 rehenes de las FARC, apenas 48 horas antes de la operación, según reveló en una entrevista publicada este miércoles por el Washington Post.
"He sido presionado muy duramente, como me lo esperaba, como lo deseaba, para justificar, explicar mis recomendaciones, y presentar las bases que me permitieron sacar las conclusiones a las que llegué", explicó el embajador, al referirse a una teleconferencia con Washington dos días antes del rescate.
Según Brownfield, en dicha conferencia tuvo que convencer al vicepresidente Dick Cheney, la secretaria de Estado Condoleezza Rice y otros funcionarios del Gobierno norteamericano, que no fueron identificados, de que la operación no ponía en peligro la vida de los rehenes, entre ellos tres estadounidenses.
En el texto, el Washington Post recuerda que la administración estadounidense tenía un acuerdo con el gobierno del presidente Álvaro Uribe de que cualquier operación de rescate necesitaba tener el visto bueno de Washington, algo que contradice la versión dada la semana pasada por la portavoz de la Casa Blanca Dana Perino.
"Estábamos enterados desde las fases de planificación, pero ésta fue una operación concebida por los colombianos y ejecutada por los colombianos con nuestro completo apoyo. Pero no necesitaban que les diéramos nuestra luz verde", declaró la vocera el jueves pasado.
El miércoles pasado, el Gobierno colombiano anunció el rescate militar de 15 rehenes de la guerrilla de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), entre ellos los estadounidenses Marc Gonsalves, Thomas Howes y Keith Stansell, la colombo-francesa Ingrid Betancourt y 11 militares y policías colombianos, algunos de ellos con diez años de cautiverio.

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