viernes, 25 de abril de 2008

Ahora sigue Uribe


Lo habíamos escrito aquí mismo, si Mario Uribe, primo del narcopresidente no termina en la cárcel, la Parapolítica es un escándalo vacío de contenido, y así es. Mario Uribe, intento burlarse de la justicia colombiana que le sigue de cerca sus huellas indelebles de paramilitar puro. Su detención nos permite prever que el pueblo colombiano debe prepararse para la detención, -por la primera vez en la historia- de un presidente en funciones. Ya para nadie es un secreto que Uribe, es narcotraficante de cuna y paramilitar hasta los tuétanos. La frase que sigue es, si Mario Uribe termina en la cárcel es imposible que no ocurra lo mismo con el narcopresidente. Estos dos nefastos personajes están ligados por un pacto que va más allá de sus lazos de consaguinidad y que no terminan con la llegada de Uribe Vélez al poder, la idea es controlar todas las altas instancias del Estado, lo que ellos llaman “Refundar la Patria” bajo el control de la derecha paramilitar-mafiosa y la eliminación de todo indicio de izquierda.
Ante propuestas tales como: la revocatoria del mandato o el llamado urgente a una Asamblea nacional constituyente, el narcopresidente de manera hipócrita, ha llamado la atención sobre el supuesto vació institucional, en el cual podemos caer en Colombia, si la justicia llega a sus últimas consecuencias. El mensaje es claro, evitemos un “Vacío institucional” dejemos las cosas así o inventemos un pacto elitista desde arriba, para que todo siga igual. El presidente subestima la sabiduría popular que define su propuesta con el adagio “el mismo perro con diferente guasca”.
Lo que el narcopresidente denomina “Vacío Institucional” lo ha producido el mismo proyecto narcoparamilitar uribista y toda la política de concierto para delinquir, que se ha gestado, antes, durante y hoy mismo desde el primer cargo público del país permeando toda la institucionalidad.
El gobierno pretende dar patadas de ahogado con sus propuestas de crear un tribunal especial de notables, escogidos entre su circulo cercano de lagartos. Ahora cuando el agua le llegó al cuello y toda la putrefacción le invade la casa de Nariño pretende erigir un tribunal de bolsillo para convertirse por el arte de la magia burocrática en Juez y Parte de sus propios delitos. Esta solución es indigna para Colombia y abre las puertas de un tribunal especial internacional para juzgar los crímenes de Lesa Humanidad del Terrorismo de Estado y de su política narcoparamilitar. En ese tribunal debe comparecer el narcopresidente Álvaro Uribe Vélez para responder por el desangre de su política de motosierra.
Colombia necesita ya, ahora una asamblea nacional constituyente, previa revocatoria del mandato del parlamento colombiano, del presidente y el vicepresidente. Todo lo actuado y legislado por el ejecutivo y el legislativo es ilegal porque es inmoral y es inmoral porque es ilegal, si tenemos en cuenta como se aprobó la reelección y cómo se eligió y reeligió al narcopresidente Uribe Vélez.
Que no venga los leguleyos de poca monta, a darnos cátedra de constitucionalidad sobre el famoso “vacío institucional”, pues el vicepresidente no puede gobernar ya que fue elegido con los mismos votos manchados de sangre, además sobre él pesa la autoría intelectual de la creación del bloque capital de las AUC, la presidenta del Senado fue elegida con apoyo paramilitar, el Fiscal general de la nación, fue viceministro de justicia del gobierno Uribe, es más redacto el proyecto de reelección, es, palabras más palabras menos un Fiscal de bolsillo, que sólo removió la Parapolítica de Antioquia cuando desde la academia y desde los medios alternativos de comunicación muchas voces pidieron cuentas sobre el estado de los procesos. Hasta la misma corte envió un memorando interno a la fiscalía exigiendo un reporte sobre el estado de los procesos. Con el procurador la historia es más sencilla, tiene a todos los miembros de su familia ligados al paramilitarismo, la foto de su hermano posando orondo pistola en cinto, es sólo una muestra de la inmoralidad y descomposición de nuestros funcionarios públicos. Con todo esto el procurador quiere ser reelegido hasta donde el cinismo.
Nosotros podríamos pensar, que ante una revocatoria de mandato de Uribe y sus secuaces, el presidente de la Corte Suprema podría ser el presidente interino de Colombia, con el compromiso que el mismo día de su posesión convoque a una Asamblea Nacional Constituyente para desmontar el Estado paramilitar que los mafiosos y narcopolíticos han creado en Colombia.
Uribe debe renunciar inmediatamente por que es indigno para su investidura, no podemos soportar ser gobernados por un mafioso, ligado al paramilitarismo. Las miles y miles de victimas de este Estado mafioso, nos exigen justicia, justicia y más justicia.

Necesitamos un gobierno digno que le apueste a la solución política al conflicto, que nos evite el camino de la guerra y que nos permita vivir en paz con justicia social. El pueblo colombiano tiene la palabra. Las discusiones leguleyos sobre el cómo salir de este laberinto, se resuelve con el pueblo en las calles. Las mujeres y los hombres de a pie, los descamisados como nos llama la oligarquía colombiana tenemos la palabra, la solución deber ser para YA.

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