Las panaderías marabinas ofrecen el producto, pero la producción ha bajado un 50%. Denuncian especulación en los precios. Los lácteos continúan escasos.
Al problema de la escasez de leche, azúcar, aceite y otros productos de la cesta básica, se suma que al escasear la harina de trigo, la producción del pan, en los expendios zulianos, se ha reducido 50%.
Aun cuando la harina de trigo no es un producto de primera necesidad per se, indudablemente el pan sí lo es. Los consumidores se quejan porque han tenido que cancelar 0,30 céntimos Bs.F (300 bolívares) por unidad, en vez de los 0,15 Bs.F (150 bolívares) por un pan francés.
Los panaderos aseguraron que la escasez se acentuó este año porque los molinos de trigo siguen de vacaciones y reinician labores a partir del 15 de este mes, además de las fallas en la distribución de los sacos importados.
Algunas repartidoras de insumos para el panadero venden el saco de harina de 45 kilos, hasta en Bs.F 200 (200 mil bolívares), cuando el precio normal oscila entre Bs.F 115 y 140 (115 mil y 140 mil bolívares). También, y como efecto de la escasez de leche líquida, el queso aumentó, al doble, su precio en los mercados.
Texto: Sirlene Araujo
En las panaderías marabinas no hay desabastecimiento del producto; pero los propietarios aseguran que ha mermado la cantidad de elaboración. Panaderos denuncian especulación en los precios. Hasta Bs.F. 200 cobran por una saco de 45 kilos. Cada pan francés cuesta Bs.F. 0,3.
El Indecu está realizando operativos nacionales, ya que han reportado incrementos de hasta 40% en los precios del pan.
La escasez de harina de trigo ha conllevado a la disminución de la producción de pan en los hornos de las panaderías.
En un recorrido realizado ayer por PANORAMA se constató que tanto las cocinas como las vidrieras de las panaderías marabinas estaban abastecidas del producto, mas no disponían de la cantidad normal diaria.
Los propietarios acotaron que, desde hace dos meses, la distribución de la materia prima se ha reducido hasta en un 50%, lo que ha provocado, en reiteradas ocasiones, reducir la oferta.
“Si en un día utilizo siete sacos de harina para elaborar el pan que normalmente hago, ahora tengo que racionar a dos o tres sacos para poder ofrecer la mercancía todos los días”, manifestó Gustavo Chabarra, administrador de una panadería de la Limpia.
“Nunca hemos dejado de producir pan; pero sí ha mermado la producción”, afirmó.
Juan Carlos D’ Sousa, propietario de una panadería de Maracaibo, aseguró que “de los 100 sacos de harina que pedí al mayorista sólo me llega la mitad; incluso me advirtieron que para el próximo pedido me llegarán, si acaso, 20 sacos”.
En el país, la harina de trigo que se consume, en su mayoría, es importada. De allí que el precio de esta mercancía, de presentación familiar, que también ha estado escasa desde el año pasado, fue ajustado de Bs.F. 1,51 a Bs.F. 1,91.
El pan francés también duplicó su precio este nuevo año. Hasta el pasado diciembre costaba entre Bs.F. 0,12 y 0,15, y ahora cuesta Bs.F. 0,3 (300 bolívares salientes).
Al respecto, el Indecu informó ayer que se encuentran realizando operativos nacionales, ya que han reportado incrementos entre 30% y 40% en los precios del pan.
Durante el 2006, según el Ministerio de Agricultura y Tierras (MAT), de los 2 millones 100 mil toneladas de alimentos o rubros primarios que se importaron, un millón 500 mil fue de harina de trigo. Se estima que en el 2007 la cantidad fue similar o superior.
Panaderos y distribuidores suponen que la actual escasez se deba a retrasos en la otorgamiento de divisas para la importación del rubro. Además, es necesario sumar el tiempo de espera, —alrededor de tres meses— mientras que el rubro es pedido, llega al país, se muele y se distribuye.
Especulación
Los panaderos aseguraron que la escasez se acentuó durante los primeros días de enero; ya que los molinos de trigo siguen de vacaciones y reinician sus labores normales a partir del 15 de este mes.
El presidente de la Asociación Venezolana de Molinos de Trigo (Asotrigo), Alirio Pérez Román, ha reiterado que no hay escasez de harina de trigo en el mercado, sin embargo, acotó que existen algunos retardos en la distribución porque los molinos no se han reincorporado.
Ante esta situación, la especulación no se hizo esperar.
PANORAMA verificó que en algunas distribuidoras de insumos para el panadero venden cada saco de harina, de 45 kilos, hasta el Bs.F. 200 (200 mil bolívares), cuando el precio normal oscila entre Bs.F. 115 y 140.
“A mí me pidieron 190 mil bolívares (Bs.F. 190) en una distribuidora que está ubicada por 18 de Octubre. Eso es un robo descarado”, afirmó la encargada de una pequeña panadería quien prefirió omitir su nombre.
José Urdaneta, chofer que labora para una panadería, comentó que “desde la semana pasada no encuentro harina para hacer el pan. Cuando llega al almacén vuela, por eso hay que aprovechar y estar atento”.
En una reconocida distribuidora de harina de trigo, ubicada por la avenida La Limpia, llegó ayer sólo una gandola repleta de la materia prima.
Un trabajador de la empresa contó que, normalmente, llegan cinco o seis gandolas; “pero ahora nos llega una o dos”.
Cada una carga 30 toneladas de harina; es decir, 660 sacos de 45 kilos.
El conductor del vehículo de carga pesada detalló que arribó al depósito de la empresa a las 9:00 de la mañana, y ya a las 11:00 am se habían vendido más de 400 sacos.
“Ahora no sabemos cuándo llegará otra gandola. No hay día fijo de despacho”, sostuvo el trabajador de la distribuidora.
Estantes vacíos
Durante el recorrido por las panaderías también se observó que los estantes lucían vacíos de víveres y alimentos.
Tradicionalmente estaban dotados de latas de atún, salsas, margarina, aceite, y hasta de papel higiénico.
La leche líquida de larga duración, uno de los productos que hasta el año pasado estaba escaso, reapareció en algunas de las neveras refrigeradoras con un nuevo precio, debido a la desregulación que sufrió el pasado mes de diciembre. De Bs.F. 2,25 pasó a costar Bs.F. 4,3.
Asimismo, en varios supermercados de la ciudad se vieron ayer largas colas de compradores para poder adquirir un paquete de leche de polvo, azúcar y harina de trigo familiar, productos que se han mantenido ausentes.
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