A los pueblos de la Patria Grande que luchan,
A los revolucionarios que asisten a este parto libertario,
A los jóvenes que siendo futuro se resisten a ser antorcha,
A todos quienes abrigan sueños y esperanzas,
A todos y todas los esperamos de píe al orbe.
Venciendo a los jinetes del Apocalipsis que el enemigo del norte enviaba con su pretendida “fin de la historia” y su “Utopía desarmada”, venimos a escribir la historia con el empuje de nuestra hambre y nuestro abigarrado y multicolor ejército de pueblo, abrigados con la bandera de la esperanza, que es nuestra utopía, con las mismas armas con que Andrés Tupac Amaru, quien a los 16 años, junto a nuestro inmortal Tupac Katari, conduciría a miles de hermanos en la gesta heroida de 1781.
Los sueños de una Bolivia unida y libre del manoseo colonial animan nuestras voces y nuestros puños, ya en el año 2000 con la “Guerra del Agua” y el 2003 en la “Guerra del Gas”, Bolivia iniciaría el lento despertar del campo social y popular en Latinoamérica. Luego de la derrota del llamado “Socialismo Real” en Europa del Este, la resistencia a la estrategia de penetración y dominación imperialista cada vez mas desesperada y agresiva producto de su crisis estructural generarían un vasto movimiento antiimperialista y de lucha por la autodeterminación de los pueblos, germinaba y crecía así, una nueva forma de abrazar el futuro en el terreno de la teoría y la práctica; mas nuestra, mas latinoamericana que configuraban y operaban el rostro del mapa político de esta nuestra “América de color” como lo diría el comandante Guevara.
Entendiendo la importancia estratégica de Bolivia en esta parte del hemisferio la política guerrerista e intervencionista del gobierno de Washington, con la participación de una oligarquía antinacional y una derecha criminal y vende patria, pretende detener la rueda de la historia; la agresión a nuestro pueblo pretende materializarse este domingo 4 de mayo bajo la forma de “Referéndum Autonómico”.
Que la “propiedad privada” se ve en peligro, proclaman los empresarios y terratenientes de la llamada “media luna”, como si en el seno de la actual Bolivia la propiedad privada no estuviese abolida para las grandes mayorías nacionales, como sino existiesen los latifundios precisamente a costa de no existir mas que el espacio necesario para las tumbas de las grandes mayorías. Querer destruir un régimen de propiedad que tiene por necesaria condición el despojo de la inmensa mayoría de la sociedad: eso aspiramos.
El imperialismo norteamericano y sus nuevos cancerberos de la libertad y la autodeterminación: los Costas, Marincovik, Fernández, Reyes Villa, Cossío, Dabdub, Monasterios, cual potros de bárbaros atilas, desatan hoy contra Bolivia, una furiosa tormenta de agresión, atentando contra nuestra unidad territorial y social, la aventura separatista vía los agentes transnacionales no debe pasar.
El manoseo mediático de una lucha entre cambas y collas, impulsada por una prensa cortesana y analistas mediocres que parasitan en las Universidades Públicas, no son más que un descarado disfraz que pretende ocultar el carácter de clase de esta confrontación. Nuestro grito hoy, es Unidad, Unidad y más Unidad, para concretar la victoria política que posibilite la estabilidad del primer gobierno indígena del hemisferio y evitar el saqueo de nuestros recursos naturales.
Nuestro llamado es una cruzada nacional y patriótica para combatir la estrategia de penetración y dominación continental de los Estados Unidos, que como diría José Marti el apóstol de la revolución “Los Estados Unidos parecen destinados por la providencia para plagar la América de miseria en nombre de la libertad”, que viene desplegando con el peso criminal de sus marines un verdadero cerco de aniquilamiento al movimiento social y popular, criminalizando a las fuerzas del cambio social y político, instalando gobiernos títeres como el de Uribe en Colombia y Alan García en el Perú. La economía capitalista ya no puede sostenerse, los Estados Unidos necesitan la guerra, los monopolios transnacionales necesitan de mercados y mano de obra barata, la resistencia del pueblo afgano e iraquí, no impide a sus halcones y señores de la guerra, recrear su estrategia intervencionista a otros pueblos.
Aprovechando nuestras debilidades como país tercermundista con contradicciones propias en la búsqueda de nuestro destino, pretende abrir brechas profundas para reinar sobre la base de nuestra destrucción mutua. No lo dejaremos, que la antorcha libertaria que recorre el continente, sea el Vietnam de sus ambiciones.
El referendo separatista, ordenado por el Departamento de Estado Norteamericano que pretende ejecutar la oligarquía y la derecha criminal, es un grito a la resistencia y lucha: POR LA LIBERTAD Y LA SOBERANÍA NACIONAL, contra la moderna fuerza expedicionaria del imperialismo. No queremos detenernos ni ser cómplices callados de esta pretendida intervención imperialista, es hora de organización y lucha.
Tiemblen si quieren la derecha y la oligarquía, ante la perspectiva de una revolución socialista, el pueblo Boliviano no tiene nada que perder, como no sean sus cadenas. Tienen en cambio, un mundo entero que ganar.
Solo vencen, los que luchan y resisten ¡
¡En Bolívar nos encontramos todos! Bolivia, mayo de resistencia antiimperialista de 2008.
A los revolucionarios que asisten a este parto libertario,
A los jóvenes que siendo futuro se resisten a ser antorcha,
A todos quienes abrigan sueños y esperanzas,
A todos y todas los esperamos de píe al orbe.
Venciendo a los jinetes del Apocalipsis que el enemigo del norte enviaba con su pretendida “fin de la historia” y su “Utopía desarmada”, venimos a escribir la historia con el empuje de nuestra hambre y nuestro abigarrado y multicolor ejército de pueblo, abrigados con la bandera de la esperanza, que es nuestra utopía, con las mismas armas con que Andrés Tupac Amaru, quien a los 16 años, junto a nuestro inmortal Tupac Katari, conduciría a miles de hermanos en la gesta heroida de 1781.
Los sueños de una Bolivia unida y libre del manoseo colonial animan nuestras voces y nuestros puños, ya en el año 2000 con la “Guerra del Agua” y el 2003 en la “Guerra del Gas”, Bolivia iniciaría el lento despertar del campo social y popular en Latinoamérica. Luego de la derrota del llamado “Socialismo Real” en Europa del Este, la resistencia a la estrategia de penetración y dominación imperialista cada vez mas desesperada y agresiva producto de su crisis estructural generarían un vasto movimiento antiimperialista y de lucha por la autodeterminación de los pueblos, germinaba y crecía así, una nueva forma de abrazar el futuro en el terreno de la teoría y la práctica; mas nuestra, mas latinoamericana que configuraban y operaban el rostro del mapa político de esta nuestra “América de color” como lo diría el comandante Guevara.
Entendiendo la importancia estratégica de Bolivia en esta parte del hemisferio la política guerrerista e intervencionista del gobierno de Washington, con la participación de una oligarquía antinacional y una derecha criminal y vende patria, pretende detener la rueda de la historia; la agresión a nuestro pueblo pretende materializarse este domingo 4 de mayo bajo la forma de “Referéndum Autonómico”.
Que la “propiedad privada” se ve en peligro, proclaman los empresarios y terratenientes de la llamada “media luna”, como si en el seno de la actual Bolivia la propiedad privada no estuviese abolida para las grandes mayorías nacionales, como sino existiesen los latifundios precisamente a costa de no existir mas que el espacio necesario para las tumbas de las grandes mayorías. Querer destruir un régimen de propiedad que tiene por necesaria condición el despojo de la inmensa mayoría de la sociedad: eso aspiramos.
El imperialismo norteamericano y sus nuevos cancerberos de la libertad y la autodeterminación: los Costas, Marincovik, Fernández, Reyes Villa, Cossío, Dabdub, Monasterios, cual potros de bárbaros atilas, desatan hoy contra Bolivia, una furiosa tormenta de agresión, atentando contra nuestra unidad territorial y social, la aventura separatista vía los agentes transnacionales no debe pasar.
El manoseo mediático de una lucha entre cambas y collas, impulsada por una prensa cortesana y analistas mediocres que parasitan en las Universidades Públicas, no son más que un descarado disfraz que pretende ocultar el carácter de clase de esta confrontación. Nuestro grito hoy, es Unidad, Unidad y más Unidad, para concretar la victoria política que posibilite la estabilidad del primer gobierno indígena del hemisferio y evitar el saqueo de nuestros recursos naturales.
Nuestro llamado es una cruzada nacional y patriótica para combatir la estrategia de penetración y dominación continental de los Estados Unidos, que como diría José Marti el apóstol de la revolución “Los Estados Unidos parecen destinados por la providencia para plagar la América de miseria en nombre de la libertad”, que viene desplegando con el peso criminal de sus marines un verdadero cerco de aniquilamiento al movimiento social y popular, criminalizando a las fuerzas del cambio social y político, instalando gobiernos títeres como el de Uribe en Colombia y Alan García en el Perú. La economía capitalista ya no puede sostenerse, los Estados Unidos necesitan la guerra, los monopolios transnacionales necesitan de mercados y mano de obra barata, la resistencia del pueblo afgano e iraquí, no impide a sus halcones y señores de la guerra, recrear su estrategia intervencionista a otros pueblos.
Aprovechando nuestras debilidades como país tercermundista con contradicciones propias en la búsqueda de nuestro destino, pretende abrir brechas profundas para reinar sobre la base de nuestra destrucción mutua. No lo dejaremos, que la antorcha libertaria que recorre el continente, sea el Vietnam de sus ambiciones.
El referendo separatista, ordenado por el Departamento de Estado Norteamericano que pretende ejecutar la oligarquía y la derecha criminal, es un grito a la resistencia y lucha: POR LA LIBERTAD Y LA SOBERANÍA NACIONAL, contra la moderna fuerza expedicionaria del imperialismo. No queremos detenernos ni ser cómplices callados de esta pretendida intervención imperialista, es hora de organización y lucha.
Tiemblen si quieren la derecha y la oligarquía, ante la perspectiva de una revolución socialista, el pueblo Boliviano no tiene nada que perder, como no sean sus cadenas. Tienen en cambio, un mundo entero que ganar.
Solo vencen, los que luchan y resisten ¡
¡En Bolívar nos encontramos todos! Bolivia, mayo de resistencia antiimperialista de 2008.
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