lunes, 19 de enero de 2009

Comandante Guevara: Estamos Cumpliendo

Informe político del Movimiento Guevarista Revolucionario
Después de observar como se desarrollan los acontecimientos en los primeros días del año 2009, el Movimiento Guevarista Revolucionario, ha decidido hacer un análisis de los mismos con vistas a prever su proyección en el escenario político tanto nacional como internacional. Es nuestro deber como revolucionarios, abrir este informe con un sentido y emocionado homenaje a todas las víctimas del genocidio que se desarrolla en Palestina. A todos ellos, a sus familiares y amigos donde quiera que se encuentren, les queremos hacer llegar nuestra palabra de aliento, de esperanza, de repulsa frente a este crimen de lesa humanidad que se comete con la complicidad y el silencio de quienes tienen el deber de proceder.
Este homenaje lo hacemos extensivo a todos los mártires del pueblo iraquí que soporta varios años de agresión directa del imperio con más de un millón de muertos y que hoy no ocupa los grandes titulares de los medios masivos de incomunicación como una señal aterradora de que la masacre y el saqueo de los pueblos es algo “normal” en el capitalismo. También queremos hacerles llegar nuestra palabra al hermano pueblo de Colombia que resiste heroicamente el holocausto social desatado por el criminal de guerra y narco-paramilitar Álvaro Uribe, con quien a pesar de romper todos los record de violaciones a los derechos humanos y cometer miles de crímenes de guerra, aún el gobierno venezolano no rompe las relaciones diplomáticas. Queremos decirles desde esta trinchera de combate, que ningún pueblo que combate esta vencido, que esta lucha puede resultar muy dolorosa, pero que la rendición frente al invasor y criminal, lo es mucho más. La victoria será vuestra en la medida que se mantenga la resistencia y se generalice la lucha en contra del terrorífico Capitalismo Sionista Imperial con Sede en Washington.
¡¡Honor y gloria a todos los mártires y víctimas del capitalismo criminal!!
PLANIFICACIÓN ESTRATÉGICA TERRORISTA DEL CAPITALISMO SIONISTA IMPERIAL CON SEDE EN WASHINGTON ANTELA CRISIS DEL 2008-2009…
El CAPITALISMO SIONISTA IMPERIAL CON SEDE EN WASHIGNTON, continúa planificando y desarrollando su impronta terrorista en el globo terráqueo, usando (consumiendo mercancías de la Guerra)y experimentando las últimas tecnologías ciberespaciales, marítimas, aéreas y terrestres, con un propósito macabro: mantener la explotación del hombre por el hombre para continuar destruyendo pueblos y ciudades enteras, bajo el acicate de mantener los mecanismos de sobrevivencia cíclica del Sistema Capitalista Mundial, EN EL MÁS PROFUNDO E INTENSO PROCESO CONCENTRADOR DE CAPITALES Y MÁS DEPAUPERADOR DE LOS PUEBLOS.
En esta oportunidad su impronta terrorista se realiza como parte de la estrategia para enfrentar el profundo proceso de recesión que comenzando en diciembre de 2007 en los Estados Unidos se ha extendido por el mundo, luego de procrear enormes burbujas especulativas llevadas a su clímax a mediados del año 2008, que permitieron grandes rentas especulativas en las materias primas (Petrolera, minera, agrícola, etc.,) siendo beneficiarias las distintas burguesías de los países productores y/o exportadores y muy tangencialmente los pueblos de dichos países; amenaza con una larga deflación, tras casi 30 años de aplicación de políticas neoliberales que sustituyeron eficientemente las otroras políticas keynesianas de post guerra, las cuales ya habían entrado en crisis después de 30 años de efectiva aplicación para el mantenimiento y desarrollo DE LOS PERÍODOS CÍCLICOS del Sistema Capitalista Mundial.

En el fin de año del 2008 y principios del 2009 la impronta terrorista como inicio del mecanismo de sobrevivencia cíclica del Sistema Capitalista Mundial en su recesión actual que se vislumbra como mayor a la del Crack del 29, le está correspondiendo al heroico y digno Pueblo de PALESTINA, (y lo poco que ha quedado del espacio geográfico) la fase final de un progresivo y tenebroso proceso de aniquilamiento invasor a través de la planificación y dirección del CAPITALISMO SIONISTA IMPERIAL con sede en Washington que traza la estrategia aportando ingentes recursos Y LO MÁS CONSERVADOR DEL SIONISMO ISRAELI, avanzando en sus propósitos electorales, articulando y haciendo lo propio EL SIONISMO URIBE/PARAMILITAR COLOMBIANO en el área de latinoamérica que tiene asignado; con la complicidad tácita de la mayorías de los Gobiernos y burguesías del mundo, incluyendo la China y Rusa, expresiones del capitalismo en cualquiera de sus formas (Bajo políticas Neoliberales, keynesianas o sincréticas) y que no se atreven a enfrentarlo, no por temor, sino por entender solidariamente como clase burguesa, que es ésta una forma de mantener la sobrevivencia del Capitalismo, apuntalando hacia una nueva reactivación económica, que los beneficie a todos, entre otros, como resultado del proceso destructivo de hombres e infraestructura material (Se viene desarrollando en diversas áreas geográfico-poblacionales), que habría que reconstruir posteriormente, en este caso para las familias del grupo invasor y aniquilante, proveniente de otras latitudes (E.E U.U o Europa); colocando a las guerras como un importante factor de recuperación de las tasas de ganancias y la realización del capital, las cuales hoy muestran una poderosa caída en los grandes centros capitalistas y amenazan extenderse en profundidad y amplitud en los denominados países emergentes (China, India, Rusia, etc.,) y en Latinoamérica después de un largo período de crecimiento económico, (entendiendo que cuando nos referimos a crecimiento económico, nos referimos al capitalista y en beneficio de las burguesías) acrecentado más recientemente por las burbujas especulativas y desacelerados o frenados o enfriados con la debacle deflacionaria de las materias primas.

El pueblo palestino resiste este holocausto de innumerables maneras, donde la resistencia armada, juega un gran papel en la lucha en contra del invasor, recibiendo grandes manifestaciones de solidaridad de todos los pueblos del mundo, activándose las fibras y reservas morales que habrán de infringirles derrotas sucesivas, más temprano que tarde hasta el triunfo definitivo de los pueblos.
La actividad de resistencia de los milicianos palestinos, aparte de infringirles grandes pérdidas humanas y materiales a los sionistas y que estos ocultan al mundo a través del dominio de las comunicaciones globales, viene a tirar al tacho de la basura el argumento esgrimido como elemento de presión para pedir la claudicación de las FARC-EP en Colombia, de que la lucha armada "había pasado de moda". No es la moda la que determina la legitimidad de una u otra forma de lucha, sino su utilidad como medio para defenderse de un enemigo feroz y despiadado que no se detiene ante nada con tal de conseguir sus cobardes objetivos. Los pueblos tienen el derecho de defenderse con todo lo que tengan a la mano de la agresión del capitalismo sionista imperial y nadie puede negar este derecho.
ANTE LA CRISIS DEL 2001
En la crisis recesiva del 2001, este mismo CAPITALISMO SIONISTA IMPERIAL con sede en Washington, parió de sus lúgubres y diabólicas entrañas, la planificación y ejecución del criminal y cruento SHOW MEDIÁTICO DEL AUTODERRUMBE DE LAS TORRES GEMELAS, que engañando a todos los países del mundo, le permitió luz verde para sus macabros propósitos de la recuperación económica (Reestablecimiento de la tasa de ganancia) y la preservación estratégica de la principal materia prima para la energía: El petróleo; recuperando el nivel de credibilidad que estaba perdiendo
gravemente en conjunto con Israel, en todos los eventos internacionales, erigiéndose en el gendarme terrorista unipolar mundial.
Bajo el lema de la "Lucha contra el Terrorismo" se desarrollan las más cruentas acciones terroristas, acompañadas de medidas y leyes para su impunidad, desde el fatídico 11 de Septiembre (Fatídico no solo por el autoderrumbe de las Torres Gemelas 11S-2001 y sus locales y trascendentales consecuencias, sino por el recuerdo de la masacre al pueblo Chileno el 11 de Septiembre de 1973).
El desarrollo de las distintas campañas contra el gobierno del Presidente Venezolano Hugo Rafael Chávez Frías impulsor de acentuadas políticas Keynesianas y por lo tanto, enfrentado a las políticas neoliberales que auspiciaba para ese momento el imperio; se vieron urgentemente aceleradas y acrecentadas en el contexto de la estrategia capitalista sionista imperial, en abril del 2002 con el secuestro y golpe de estado, superado en muy pocos días por las acciones cívico militares acompañadas de intensas y amplias movilizaciones populares, que permitieron restablecer transitoriamente la estabilidad del gobierno.
A pesar del conciliador tratamiento que el gobierno venezolano les suministró a los derrotados golpistas, que dejaron impune a quienes participaron en las acciones declaradamente golpistas, de nuevo en diciembre del 2002, un
poderoso movimiento empresarial con la participación activa y protagónica de los ejecutivos "empresariales" de la industria petrolera nacionalizada, desarrolla una paralización casi total de la economía. En esta oportunidad y como contrapartida al “PARO PATRONAL INDEFINIDO” se le opuso un poderoso movimiento obrero que, pulsando lenta y dramáticamente durante varias semanas, asumió la conducción de las empresas esenciales del país, incluyendo la más sofisticada, controlada e influida por la C.I.A., la petrolera, demostrando que la clase obrera no necesita de los empresarios y si puede conducir planificadamente una economía socializada. Esta valerosa y estructurada acción del movimiento obrero venezolano en las ramas neurálgicas de la economía país, logra con la solidaridad de distintos sectores del pueblo incluyendo a los militares consecuentes con el gobierno y la solidaridad obrera internacional, así como con el apoyo de los gobiernos capitalistas de América latina que adoptaban políticas keynesianas enfrentadas a la política capitalista neoliberal, y los pueblos y gobiernos musulmanes que conforman la OPEP, dar al traste con las pretensiones de la BURGUESÍA CAPITALISTA SIONISTA IMPERIAL con sede en Washington, que planificando y financiando estas actividades, se había articulado con el Capitalismo Sionista israelí, el capitalismo sionista de Colombia y con los gobiernos capitalistas de estirpe neoliberales de España y de Inglaterra, para dar al traste con las realizaciones y esperanzas del Pueblo venezolano en su porvenir revolucionario.
Esta conjuración capitalista Sionista Internacional bajo la dirección de su sede central en Washington, tuvo como protagonistas inmediatos no solo a los sionistas internacionales, sino a
agentes Sionistas Nacionales que demostraron sus más acervos recursos terroristas, marchando a contrapelo en estas acciones violentas, en aras de restablecer las políticas neoliberales que intentó imponer infructuosamente Carlos Andrés Pérez en su segundo período gubernamental.
Entre ellos destacaron: El “empresario” Pedro Carmona Estanca, de ascendencia judío sefardí, presidente de facto por breves 48 horas. Isaac Pérez Recao, traficante de armas israelíes y norteamericanas, partícipe del golpe. El Sionista de doble nacionalidad venezolana - israelita Enrique Capriles Radonski, recién electo Gobernador del Estado Miranda, con apetencias presidenciales, que desde antes de ser juramentado mostró toda su saña represiva pretendiendo arrebatar los logros sociales del pueblo del Estado Miranda y hoy se dispone a implantar con asesoría sionista norteamericana, colombiana e israelí, una nueva estructura represiva contra el pueblo venezolano. Es de destacar que este personaje es miembro de la acaudalada burguesía judía-sionista radicada en Venezuela desde algunos años atrás. La familia Capriles Radonski, además de contar con grandes propiedades y negocios que les procuran enormes recursos económicos, dispone de un importante poder mediático como la denominada “Cadena Capriles”. Cabe también recordar que Radonski, había sido procesado por la “justicia” venezolana específicamente por el valiente fiscal Danilo Anderson por motivo del asalto a la embajada de Cuba en ocasión del Golpe de Estado de abril de 2002.
Ivan Simonovich (único preso). Otro líder que encabeza a este pequeño pero muy influyente grupo económico-político es el rabino Pynchas Brener; quien fuera uno de los distinguidos visitantes de Pedro “El Breve” en su fugaz ocupación del Palacio de Miraflores. Alberto Federico Ravell, de ascendencia judía-sionista y dueño del canal informativo Globovision, ferviente opositor del gobierno revolucionario. Todos ellos dirigidos por el también Sionista embajador norteamericano en Venezuela para esa fecha: Charles Shapiro.
Sin embargo estas acciones frustradas en Venezuela y en otros países de Latinoamericanos cuyas banderas del capitalismo andino, el neokeynesianismo, etc., continuaban la onda Keynesiana e interventora del Estado capitalista proteccionista en función del pleno empleo y el desarrollo endógeno, para estimular el crecimiento de la demanda, a la larga con necesarias consecuencias inflacionarias; no constituían el propósito fundamental de las acciones de recuperación de la recesión norteamericana de los años 2001-2002, por parte del CAPITALISMO SIONISTA IMPERIAL CON SEDE EN WASHINGTON.
Sus miras centrales estaban fijadas en el medio Oriente, principalmente en Afganistan e Irak, y acentuando el avance sionista en Israel sobre el pueblo y regiones de Palestina, en ese mismo período. De allí que la "Lucha contra el Terrorismo" se cristalizó encubierta por la gran luz enceguecedora del autoderrumbe de las torres gemelas, en el más bestial y feroz terrorismo, desarrollando el más cruento proceso experimental de sus nuevas tecnologías de terrorismo colectivo y masivo contra poblaciones enteras y desprendiéndose de sus ya obsoletas
armas de guerra, altamente destructivas de pueblos y regiones, en lo inmediato y en el largo plazo con sus efectos contaminantes cancerígenos y malformantes de futuras generaciones.
EL GOBIERNO DEL JUDÍO BARACK OBAMA Y LA NECESARIA COMBINACIÓN DEL TERRORISMO CAPITALISTA SIONISTA IMPERIAL CON LAS MEDIDAS KEYNESIANAS A ADOPTARSE.
Como primera cosa debemos decir que el capitalismo como sistema de explotación, tiene distintas caras y estrategias para sobrevivir. El neoliberalismo y el Keynesianismo, son dos tácticas distintas del capitalismo, pero corresponden al mismo objetivo: mantener la explotación y dominación de seres humanos.
Ya el propio gobierno adalid del neoliberalismo del CAPITALISMO SIONISTA IMPERIAL bajo la dirección de Bush, ha iniciado una fuerte política intervencionista del Estado para afrontar la crisis contemporánea del Sistema Capitalista Mundial. Sin embargo las mismas aún no han sido direccionadas hacia el objetivo keynesiano. La intervención del estado y gobierno sionista norteamericano ha enrumbado sus recursos económicos a trasladar una enorme cuantía monetaria para intentar solventar transitoriamente a los quebrados bancos y sus aparentes propietarios, esperando una futura posible recuperación, a los que no ha estatizado definitivamente, que bajo subterfugios financieros se ha extendidos a las empresas del sector automovilístico.
Le toca al nuevo Presidente, Judío Barack Obama reimplementar el Keynesianismo de la época de recesión de Postguerra, a lo cual le acompañarán los grandes centros capitalistas, para sustituir luego de 30 años de eficiencia capitalista, el finalmente maltrecho neoliberalismo, a la larga constrictor de la economía, para buscar la expansión de ésta por el lado del impulso a la demanda. Aparecerá el presidente keynesiano como el que finalmente logre un alto al fuego de la masacre sionista sobre Palestina, a pocos días de su ascensión a la presidencia, tal cual ha sido planificado. Y lógicamente asumirá las medidas "revolucionarias" keynesianas, recordando los planes Marchall y demás experiencias de la postguerra, que le darán la popularidad que está perdiendo progresivamente antes de tomar la presidencia. Sin embargo, los recursos terroristas, seguirán siendo implementados en aras del sostenimiento de la industria militar, la recuperación de la economía y el mantenimiento de su poder imperial, como recurso keynesiano militar.

Y las burguesías de lo países latinoamericanos que han venido desarrollando medidas "revolucionarias" Keynesianas, reorientarán sus estrategias económicas reimplementando contrariamente el neoliberalismo monetarista contrarrevolucionario, que han estado enfrentando durante estos últimos 20 años. Todo ello en aras de la recuperación y ascenso del ciclo económico que solidariza a todas las burguesías, en función de la sobrevivencia del Sistema Capitalista Mundial. La combinación de medidas neoliberales y Keynesianas ya es una realidad en América Latina y también en Venezuela y solo falta por ver en qué momento se acentuará la balanza urgida por los intereses de las mal llamadas "burguesías nacionales" que no son otra cosa que agentes subordinados del CAPITALISMO SIONISTA IMPERIAL.
EL PAPEL DEL SIONISMO EN COLOMBIA
El depravado descaro también se expresa en las relaciones del estado sionista de Israel con el paramilitarismo colombiano. Las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC) traficantes de droga que en 1997 fundaron dicha organización para luchar contra la izquierda política colombiana, las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), y el Ejército de Liberación Nacional (ELN).
Las (AUC) son responsables de las más horrendas masacres cometidas contra el pueblo colombiano, sus métodos de tortura y muerte poseen el mismo patrón que los empleados contra el pueblo de Irak. Las (AUC) han mantenido públicamente lazos con el sionismo internacional, así lo expresa la tristemente celebre obra autobiográfica del infame Carlos Castaño, escrita por el periodista Mauricio Aranguren Molina, llamada: "Mi Confesión”: Castaño revela su estancia en Israel en 1983 a la edad de 18 años, cuando construía su propia organización paramilitar, recibía entrenamiento clandestino y financiamiento de Israel. El efusivo paramilitar, agradecido expresa en su obra: “..Éste, sin duda, es un pueblo visionario y un ejemplo de dominio…Yo copié el concepto de fuerzas paramilitares de los israelíes," añade Castaño. "Aprendí una cantidad infinita de cosas en Israel y a ese país debo parte de mi esencia y mis logros humanos y militares”.
Recientemente a raíz de su desaparición, el diario israelí Haaretz señaló lo siguiente: "El líder de la milicia desapareció en Colombia el 16 de febrero, después de que las milicias del país accedieran a la petición del gobierno para desmovilizarse."Se trasladó a Panamá bajo custodia norteamericana y luego fue enviado a Israel”, según informes de la agencia AFP. Se cree que el grupo desmovilizado esté siendo utilizado en Irak y el Líbano dirigidos por Castaño.
LAS DOS ESTRATEGIAS PARA AMERICA LATINA
El autor Manuel Freytas plantea una tesis en su articulo "La estrategia del "poder blando" en América Latina" que nos parece ilustrativa de nuestra realidad regional: "… La estrategia del control político y social por medios militares (de las dictaduras militares de la doctrina de seguridad nacional), fue sustituida gradualmente por administraciones civiles, poderes ejecutivos, parlamentos y cortes de justicia totalmente maleables a los intereses y objetivos de Washington y las trasnacionales capitalistas en la región.Ese sueño que los bancos y las trasnacionales imperiales, no pudieron concretar con las dictaduras y los golpes militares diseñados en el Departamento de Estado, empezó a cumplirse con la aceptación pasiva del sistema capitalista como "única alternativa", modelada masivamente en los cerebros por los sacerdotes de las grandes corporaciones mediáticas que han sustituido a los curas y a los maestros en la orientación de conducta social.
Paralelamente, y potenciado por la democracia del "poder blando", la misión funcional del aparato mediático, cultural y publicitario consistió en imponer y legitimar a la sociedad de consumo capitalista basada en la propiedad privada de los medios de producción, como modelo aceptado y nivelado universalmente por la "globalización".
Pero, y al contrario de de lo que sostiene el halcón Fukuyama, no terminó con las ideologías, sino que impuso por medio del control mediático-cultural-publicitario a su ideología como "modelo único" de civilización aceptada universalmente.
Los medios de comunicación y el aparato publicitario (mensaje y mercado) imponen los parámetros del consumo, los valores sociales y las vanguardias de la moda. Nivelan un pensamiento único (cosmovisión) acorde con los intereses de las trasnacionales planetarias que controlan la sociedad de consumo capitalista impuesta como "modelo único".
En este universo del "poder blando" como estrategia de dominio imperial, la estructura económico-productiva del país dominado se controla con el aparato económico trasnacional presentado como si fuera una "economía nacional". .
La "gobernabilidad" del país sometido se controla con el aparato político que diseña periódicamente las "elecciones democráticas" para elegir el nuevo gobierno del estado privado capitalista.
El control político y social ya no se realiza con el poder militar, sino con el aparato de la información que moldea y manipula los cerebros de acuerdo a los intereses consumistas de los bancos y trasnacionales que controlan la estructura económica-productiva de los países sometidos.
La imposición sutil de los valores y parámetros de conducta social (adecuados a los intereses de mercado de las trasnacionales) está a cargo del aparato publicitario y del aparato cultural, que legitiman y otorgan escala de prestigio a la "ideología del consumo" capitalista vigente y presentada como modelo a imitar.
La función más elemental y clave que cumplieron en América Latina ambas estrategias --la "militar" (dura) y la "democrática" (blanda)-- consistió en eliminar los dos factores que impedían la "gobernabilidad en paz" del sistema capitalista en la región:
la lucha armada, primero, y la resistencia social y sindical, después.
Si se analiza el actual escenario socio-económico y político de América Latina, se pueden verificar cuatro fenómenos emergentes y concatenados:
A) Funcionamiento a pleno de las llamadas "instituciones" con elecciones periódicas y continuidad del sistema de "gobernabilidad democrática".
B) Ausencia total de huelgas generales y de conflictos sociales por reivindicaciones generales de la sociedad (sólo existen conflictos atomizados por reivindicación sectorial), y ausencia de dictaduras militares y de lucha armada (salvo Colombia).
C) Crecimiento constante (y sin excepción) de las economías capitalistas regionales, acompañadas de ganancias siderales para los bancos y empresas que hegemonizan el control económico-productivo de los países, y crecimiento desmesurado de los activos empresariales y fortunas personales.
D) Crecimiento sostenido y sin interrupción de la llamada "pobreza estructural" (falta de trabajo estable, vivienda y seguridad social) que ya afecta a más de la mitad de la población del continente, cuya mayoría permanece sometida a políticas "asistenciales" y a empleos temporarios y en negro (contratos basura).
Hay crecimiento sostenido de las ganancias y de los activos de la economía capitalista porque se mantiene la "gobernabilidad democrática" y no hay huelgas ni conflictos armados.

Esto a su vez permite que el sistema de concentración de riqueza capitalista (posibilitado por la explotación de mano de obra barata con salarios africanos, apropiación de recursos naturales y control hegemónico de todo el sistema económico productivo) genere como contrapartida: pobreza, desocupación y exclusión social en masa en toda América Latina.
Como resultante social y producto final de este cóctel interactivo" (donde cada eslabón se retroalimenta con los otros) según la ONU, la CEPAL y otras instituciones del sistema, en América Latina hay más de 200 millones de "pobres estructurales" y 100 millones de indigentes que carecen de los elementos esenciales para sobrevivir.
Como contrapartida, y también a modo de emergente y "producto final" de la explotación capitalista sin resistencia armada, social o sindical, en América Latina se verifica el mayor crecimiento estadístico de las ganancias y los activos empresariales y de las fortunas personales (por ejemplo, el mexicano Carlos Slim, está considerado como el segundo hombre más rico del mundo)…" Esta tesis, creemos que explica en forma sucinta, los últimos veinte años de historia latinoamericana y contiene las claves de los complejos procesos políticos que hemos sufrido.
LA IZQUIERDA TRADICIONAL Y SU DERROTA
Tomando como punto de partida el análisis anterior, podemos afirmar que la izquierda latinoamericana simplemente una vez masacrados sus cuadros de dirección más esclarecidos, arrastrando el lastre de una política reformista heredada de la Segunda internacional que se expresó en lo que se llamó “frentes populares” donde regaló la conducción de los procesos sociales y la oleada revolucionaria de los años 60 a las burguesías bajo el supuesto de la revolución por etapas, esperando que una supuesta “burguesía nacional” realizara la revolución burguesa como preludio de la revolución socialista y bombardeada ideológicamente por el imperio, se sumergió en una etapa de confusión y sin capacidad para articular una respuesta revolucionaria frente a la multiforme agresión.

Mientras esto ocurría, la izquierda Keynesiana fue ampliamente premiada por su papel de quinta columna en las filas populares y llovieron las ofertas de becas en los grandes centros de formación ideológica capitalista, donde se le mantuvo como carta de recambio para cuando llegara el momento de su empleo como fuerza de contención de las demandas y luchas sociales que necesariamente tenían que resurgir en América Latina al mantenerse la miseria y la explotación.
Este momento llegaría como hemos afirmado, al dar por finalizado el periodo de las dictaduras militares y se preparaba el abandono temporal del neoliberalismo en nuestra región.
Así las cosas, esta izquierda Keynesiana se vio fortalecida y legitimada cuando se tranzó en lucha en contra del neoliberalismo y asumió posiciones "revolucionarias" que maquillaran el rostro del capitalismo y le dieran una base social para seguir explotando y manteniendo la dominación en toda la región.
A la izquierda ligada a los sectores populares, simplemente se le "corrió" el rayado de cancha y progresivamente fueron abandonando las posiciones de clase para asumir la defensa de la "democracia" (o sea, la dictadura de la burguesía), "la paz social" (la paz del dominador y su propia tranquilidad) y la "estabilidad" (la estabilidad del capitalismo, de la explotación sin limites y la legitimación de sus instituciones de dominación).
Así los símbolos y hasta ciertas reivindicaciones revolucionarias, les fueron usurpados a los pueblos para vaciarlos de contenido y entonces surgieron los teóricos de la claudicación y el entreguismo, que justificaron dichas políticas en aras del realismo y el pragmatismo más vergonzante y entramos a un nuevo siglo bajo las banderas postmodernas del revisionismo reformista.

A partir del derrumbe nada decoroso de la ex Urss y de sus satélites en Europa del este, surge la oportunidad para el CAPITALISMO SIONISTA IMPERIAL, de meterle mano a la teoría revolucionaria y despojarla de su contenido subversivo y radical.
Así es que surge la teoría del socialismo del siglo XXI y otras yerbas, como oposición al socialismo revolucionario y como una forma de ocultar la existencia de las clases sociales y por lo tanto de su lucha objetiva por el poder político y social.
Se pregona que se debe perfeccionar la democracia burguesa y profundizar la participación de las más amplias masas en este tipo de institucionalidad y por este medio, legitimar la existencia misma del sistema. Se producen una serie de medidas de corte Keynesiano y más medidas asistencialistas hacia los sectores más golpeados por el capitalismo y a esas medidas, se le da el nombre de "socialistas" cuando en realidad no se ha modificado ni un solo centímetro el sistema de propiedad y explotación capitalista.
HACIA UNA FUERZA REVOLUCIONARIA
Analizada esta realidad, las tareas de la clase obrera y el pueblo explotado de la ciudad y el campo pasan por su recomposición ideológica, política y orgánica que les posibilite jugar un destacado papel, ya no solo en la producción de la riqueza (que es expropiada por la burguesía), sino en el contexto de una profunda agudización de la lucha de clases en todo el continente y particularmente en Venezuela. El movimiento obrero y popular no puede seguir atado a una estrategia solamente electoral, sino que debe organizar la lucha en torno a sus intereses de clase más sentidos y visualizando a su enemigo en quien lo explota en forma sistemática e impune: la burguesía nacional, socia menor y subordinada al CAPITALISMO SIONISTA IMPERIAL y sus instrumentos de dominación.

En este contexto difícil y de gran trascendencia histórica, se hace imprescindible el surgimiento de una posición nítidamente clasista y revolucionaria en el seno de los trabajadores y el pueblo pobre y explotado en Venezuela. Tal posición no debe caer en el esquema caduco de pretender el "desarrollo de las fuerzas productivas" (en otras palabras, el fortalecimiento de una burguesía nacional a quien se le regala la conducción del proceso). La lucha por la liberación nacional, el desarrollo del aparato productivo y el inicio de la transición al socialismo, son tres momentos de un mismo proceso que debe abordarse en forma dialéctica, sin cortapisas de ningún tipo y sin comprometer en ningún momento la dirección estratégica de la revolución socialista.
En otras palabras, estamos hablando de una revolución en serio y no por etapas como muchos pretenden. Esta posición esconde un reformismo del peor tipo y en la práctica funciona como aliada de la burguesía que ha protegido sus intereses estratégicos con un discurso de supuesta izquierda. Ese esquema ya fracasó en forma dramática en todo el continente y en el mundo, cuando se implementó la contrarrevolucionaria política de los frentes populares y se le regaló la conducción a la burguesía de los procesos sociales, con la esperanza que de ese sector saliera un empresariado "nacional y patriótico" que asumiera como su tarea la revolución democrático burguesa como paso previo al socialismo.
Si no fuera por lo dramático de la experiencia, daría risa como aún hoy inclusive, sectores de la izquierda tradicional que se dicen marxistas y revolucionarios, defienden con dientes y muelas tal estrategia a contrapelo de la historia y de las lecciones que esta nos entrega. Esta posición debe ser combatida y denunciada por lo que es: reformismo y revisionismo; un lastre ideológico de la Segunda Internacional que trata de sobrevivir con la ayuda no siempre encubierta del imperialismo.

La necesidad de un proyecto político auténticamente revolucionario
Se hace necesario avanzar hacia la formulación de un proyecto auténticamente revolucionario que se atraviese en forma decidida en el camino reformista y que pueda hacerse carne en las más amplias masas de trabajadores y explotados de la ciudad y el campo.
En este sentido, coincidimos plenamente con nuestros hermanos del FPMR de Chile cuando ellos afirman “…El Proyecto Político no es una actividad académica ni simple ejercicio teórico, sino un proceso de edificación política que comprende la construcción de Proyecto y de Sujeto social como fenómenos simultáneos y dialécticos…”
No se puede pasar por alto que lo más fundamental para desarrollar el futuro combate, es contar con una fuerza, con un instrumento, con mujeres y hombres que sean capaces de potenciar sus contenidos a través de una táctica y una estrategia de transformación real de la sociedad en un sentido socialista.
La espontaneidad, el basismo y el movimientismo que proliferaron en la década de los noventa del siglo XX y que negaban el papel de la organización política, están en la actualidad absolutamente desprestigiados, y lo que es peor, sus expresiones orgánicas en franca dispersión y sus lideres cooptados por el sistema. La supuesta contraposición entre movimiento social y organización política sólo benefició a la clase dominante, la que previendo el potencial revolucionario de las organizaciones sociales, se preocupó de inculcar en ellas por múltiples vías, el escepticismo y la desconfianza en la política y su trasfondo. La pretendida contraposición entre los llamados movimientos sociales y los partidos políticos, sólo puede existir como problema teórico con base objetiva, cuando el partido en cuestión lo es en el sentido burgués del termino, es decir, un aparato organizativo en el cual las personas que tienen participación en el juego político, defienden intereses de las orgánicas, sectores o clases sociales afines al sistema. Un partido u organización política cuyo objetivo es transformar la sociedad sobre la base de acabar con la explotación y la opresión en todas sus formas, no puede tener ninguna contradicción de fondo con una organización social genuina

Así las cosas es necesario plantearse un Proyecto de País que asegure la construcción del socialismo y que se haga palpable para las grandes masas empobrecidas y trabajadoras. En este proyecto se deben ver reflejados los seres humanos concretos en su compleja manifestación cotidiana. Personas concretas, con demandas concretas, conocibles en sus virtudes y defectos y que se pongan a caminar por la solución de sus problemas.
Este proyecto revolucionario, debe plantearse necesariamente el problema del poder en un sentido estratégico, discusión esta, que no podemos eludir. Resolver el problema del poder es una cuestión trascendental para una organización que se plantee de verdad la construcción del socialismo.
Por eso debemos armarnos de una sólida concepción política, social y militar como una de las tareas fundamentales de este periodo complejo. Sin esta concepción, estaríamos perdidos antes de entrar en combate y todos los esfuerzos se perderían, ya que esta concepción es el medio sin el cual, no podemos plantearnos la construcción de una correlación de fuerzas favorable para la construcción del socialismo.
No guardamos ninguna ilusión sobre cual será la conducta de la burguesía y sus aliados en uno u otro campo, así como del imperialismo, cuando un proyecto auténticamente socialista se abra paso en cualquiera de nuestros países. La experiencia chilena, latinoamericana y más particularmente venezolana, nos indica que la burguesía recurrirá a toda su metodología terrorista para defender sus intereses de clase explotadora y dominante y los trabajadores y explotados de la ciudad y el campo deben saber como responder a cada uno de los combates que se planteen en medio de una aguda lucha de clases. Queda claro que cuando hablamos de lo militar lo hacemos no del simplismo reduccionista del empleo de las armas, sino de entender el desarrollo de todos los fenómenos desde el punto de vista de la lucha de clases. Ya más adelante hablaremos de las formas de lucha y otros problemas.

La clase obrera junto con el campesinado y demás sectores populares harán lo que consciente, organizada y planificadamente se planteen, según sus avances subjetivos en estos momentos de extrema agudización de las luchas de clases, en el marco de la correlación de fuerzas que logren conformar con sus propias acciones. Cada clase actuará según sus propios intereses. Las alianzas de clases requieren determinar la clase que la conduce. Para nosotros revolucionarios, es la clase obrera la que debe dirigir el proceso revolucionario en alianza con los explotados de la ciudad y el campo en la perspectiva de un nuevo sujeto social revolucionario que se plantee abiertamente la revolución socialista. EL VERDADERO LIDER DE ESTE PROCESO DEBE SER LA CLASE OBRERA Y EL PUEBLO POBRE Y EXPLOTADO DE LA CIUDAD Y EL CAMPO.
EL ACTUAL MOMENTO Y LAS FUERZAS REVOLUCIONARIAS
Esta situación nos pone frente a la necesidad de la conformación de un potente movimiento político-orgánico que asuma las tareas de la construcción social y del nuevo escenario donde se debe desarrollar la lucha de clases. Este movimiento debe demostrar y demostrarse así mismo, que posee las ideas y las herramientas para ayudar a conducir este proceso, más allá de toda duda en la perspectiva de la revolución social y política de contenido socialista. Se abre paso de esa manera a las definiciones más importantes tanto en lo táctico, como en lo estratégico y al desarrollo de una línea política consecuente que aporte significativamente a una nueva correlación de fuerzas en el marco de la lucha de clases.
Digámoslo en palabras simples. Se necesita una organización revolucionaria. El surgimiento de tal organización en el actual escenario nacional e internacional, supone el apertrecharse de las mejores armas ideológicas y de una sólida y consecuente práctica política cotidiana en el seno del pueblo explotado.

No nos parece adecuado el pretender solo formarse solidamente desde el punto de vista teórico para luego empezar a intervenir en la lucha de clases. Existen marxólogos por montones impresionantes en todas partes, así como también individuos que manejan diversos aspectos teóricos que pueden resultar hasta brillantes. También vivimos este fenómeno a nivel de colectivos o instituciones y organismos, que se plantean el estudio sistemático de la realidad con la idea de la totalización.
El problema radica aquí en dos aspectos de suma importancia que habitualmente se pasa por alto. El estudio y el conocimiento de Marx y sus continuadores, no asegura en ningún caso una posición revolucionaria. Sin una práctica militante revolucionaria, a lo sumo nos encontraremos con eruditos en estas materias y con buenos redactores de artículos y columnistas. El segundo elemento que se pasa por alto cuando se plantea esta cuestión es que cuando se estudia la realidad desde una óptica marxista, es para intervenir en ella y poder transformarla en un sentido socialista. Aquí entonces nos encontramos con algunos argumentos livianos y superficiales que gritan a coro que nosotros subvaloramos el papel de la teoría. Debemos decir con toda claridad que ese es un argumento falaz y engañoso. Le damos la máxima importancia al estudio sistemático de la teoría revolucionaria, pero sin práctica revolucionaria, la teoría se transforma en algo hueco e inofensivo para el capital. Así también la práctica sin teoría, no puede existir Resumiendo este punto, podemos decir que a una sólida formación teórica, debemos sumarle una militancia consecuente desde el punto de vista revolucionario en el seno de la clase obrera y el pueblo explotado de la cuidad y el campo. La intervención directa en la lucha de clases y la aplicación creadora de las herramientas teóricas en su desarrollo, son la mejor escuela de formación a la que podemos aspirar durante toda nuestra vida como revolucionarios. En otras palabras, la formación ideológica, es parte integrante de la necesaria acumulación de fuerzas de los sectores revolucionarios, como así también la construcción orgánica partidaria, la formulación de una línea política revolucionaria y la imprescindible construcción social.

ALGUNAS PALABRAS SOBRE LAS FOIRMAS DE LUCHA
A propósito de algunas opiniones del comandante Chávez sobre las FARC-EP y de opiniones coincidentes en ese mismo sentido del comandante Fidel Castro, se desató una polémica abierta sobre la utilidad de una u otra forma de lucha, por los sectores revolucionarios en su lucha en contra del capitalismo sionista imperial y todas sus creaciones e instrumentos de dominación.
Esta polémica no es otra cosa que la reedición de la vieja lucha ideológica en el seno de la izquierda latinoamericana hoy con otros actores y en otro contexto. Examinemos brevemente algunos elementos que nos parecen importantes esclarecer y que pueden aportar a este debate.
Lo primero que queremos decir aquí es que la lucha política, no es otra cosa que una de la expresiones de la lucha de clases, en cualquiera de sus escalas; locales, nacionales o internacionales. Esta lucha de clases expresa la interrelación del poder de las clases sociales en pugna
en los diferentes ámbitos en que se desarrolla esta lucha.
La sola existencia de esta lucha supone la aparición de métodos, herramientas y formas a través de las cuales se expresa y desarrolla en la práctica concreta este enfrentamiento. Por otra parte, pero en la misma dirección, debemos apuntar que las clases sociales que han existido a lo largo de la historia social de la humanidad, han desarrollado amplios instrumentos para ejercer su poder, ya sea como clase social dominadora o bien como nueva clase social en ascenso. El instrumento esencial de una clase social para someter a otras clases sociales en pugna por el poder, es la organización del Estado y su conjunto de instituciones instrumentales para el ejercicio del poder de la clase social dominadora.
Una vez establecidas estas cuestiones iniciales iniciaremos la contextualización de la problemática planteada.
Las diversas clases sociales que existen en el sistema capitalista, pero por sobre todo las principales; burguesía y trabajadores, se expresan bajo diversas formas políticas y sociales y se dan diferentes referentes orgánicos que le ayuden a desarrollar sus estrategias. Por medio de estos instrumentos desarrollan sus respectivos proyectos traducidos en líneas de acción ideológicas y políticas. La puesta en práctica de estos proyectos no se da sin resistencia de uno u otro sector comprometidos en la lucha de clases por el poder. Esta lucha pasa necesariamente por distintos periodos y etapas de profundidad y agudeza y por lo tanto tiene diversas expresiones.

Tanto la explotación y dominación de una clase sobre otra, como así también la resistencia de los sectores explotados y dominados tienen un componente esencial e insustituible: la violencia.
Este componente tiene muchas formas para expresarse, pero para una mejor comprensión nos situaremos en las más constantes en medio de una sociedad dividida en clases.
Existe la violencia estructural que emana en forma permanente de una sociedad sostenida solo por medio de la fuerza organizada de la burguesía por medio del estado y el conjunto político, ideológico, jurídico, orgánico y burocrático de un sistema económico brutalmente injusto. Mientras los que producen la riqueza tienen reservada una vida de miserias, penurias e injusticias, los que nada hacen, tienen para sí todas las regalías y privilegios que le otorgan la expropiación de la riqueza producida por los explotados. La sola existencia de este sistema violenta la más elemental lógica de desarrollo humano. Mientras un muchacho hijo de los dueños del capital pasea con su novia por cualquier avenida de nuestros países en un automóvil último modelo, desde la vereda observa esta escena dantesca otro joven, de la misma edad que el del automóvil, solo que lo observa mientras escarba en un tacho de basura buscando restos de comida. ¿Es esta violencia? Nosotros creemos que si lo es y ella existe en forma objetiva en cualquiera de nuestras sociedades. ¿Un decreto o una ley aprobada por una minoría llena de privilegios, aunque se encuentre atrincherada en un parlamento electo, en perjuicio de los trabajadores y las amplias mayorías empobrecidas es violento? Seguimos pensando que si.

El otro tipo de violencia que existe es la beligerante. Y es aquella que se ejerce sobre otros individuos en forma directa por medio de la acción concertada de instituciones o grupos de personas ya sea para resistir una acción parecida, o bien para provocar el temor y la sumisión sobre quien se ejerce. Más allá de consideraciones de tipo moral o ético, esto es una realidad observable en cualquiera de nuestros países.
Lo anterior es lo permanente en una sociedad dividida en clases y es por lo tanto este tipo de sociedad la que genera la violencia en sus distintas manifestaciones. Los explotadores buscan dominar y los explotados buscan liberarse. La lucha es consustancial al engendro capitalista y no desaparecerá mientras no desaparezca la división de clases.
Este enfrentamiento no le conviene a los intereses de los capitalistas y las clases dominadoras. Por lo tanto tratan de generar un consenso social sobre algo abstracto y que no tiene existencia real. Tal es el caso del “bien común”, “paz social”, “ser nacional” y otras creaciones de igual orden. A los explotadores solo le conviene que los explotados sigan trabajando con la cabeza gacha y que acepten de buen grado la explotación sin reclamos ni protestas. Pero ellos ya saben que esto es un imposible y es por eso que uno de los instrumentos permanente perfeccionados del estado capitalista de explotación es su aparato represivo militar-policial en razón del enemigo interno, o sea de los explotados

La agudización de la lucha de clases lleva muchas veces a que los explotados, se doten de instrumentos de respuesta frente a la violencia que ejerce el estado y demás instituciones y organismos al servicio de la explotación de los trabajadores. La respuesta frente a la violencia es legítima a todas luces, ya eso no se discute casi por nadie, solo falta aún por saber, si es eficaz como medio para librarse de la explotación o no le es útil como instrumento a los trabajadores en lucha por su emancipación.
Hace poco tiempo un compañero marxista nos decía que encontraba que la lucha armada no servía como forma de lucha para alcanzar el socialismo. A esta discutible idea “marxista”, el mismo compañero agregaba que cuatro locos armados no pueden cambiar nada y que casi siempre esta forma de lucha es un suicidio colectivo. Esta idea es tan poco marxista como afirmar el concepto de la revolución por etapas, pero revisaremos que hay de cierto en ella al calor del desarrollo histórico del capitalismo. O sea usando al marxismo como instrumento de análisis.
La lucha armada no ha existido como forma independiente de la lucha política en ninguna parte que nosotros tengamos conocimiento. Siempre el elemento armado ha sido un derivado de la lucha social y política y ha estado en interacción con las demás formas de lucha. Por otra parte, todas las revoluciones triunfantes, incluidas las burguesas, han contado con el concurso de elementos de fuerza; elementos armados y hasta de violencia aguda desarrollada por las clases en pugna.

Si analizamos la historia con detenimiento, nos encontraremos que en ninguna parte ha triunfado una revolución por medios pacíficos o meramente electorales. Por otra parte, lo militar no siempre se expresa en forma beligerante o toma cuerpo práctico operacional. Las más de las veces lo militar toma cuerpo como una fuerza en campo que opera por presencia y usa su poder de persuasión violento y armado sobre todo con los explotados.
La conclusión más objetiva sobre este delicado tema es que no existen procesos de lucha “puros”. No será solo la huelga general o insurreccional la que ponga fin al capitalismo. Tampoco se puede decir que será la lucha guerrillera aislada de otras formas de lucha la que nos llevará a la victoria. El aislamiento de las formas de lucha es un grueso error estratégico para las fuerzas revolucionarias, por la tanto dar por absolutas determinadas formas de lucha, es no haber aprendido nada de la rica historia del movimiento revolucionario.
Las formas de lucha siempre deben estar insertas en el desarrollo general de la lucha de clases y deben corresponder al estadio alcanzado por el movimiento revolucionario en este proceso. La apreciación de la situación general, la estrategia del enemigo, la capacidad del movimiento social, la maduración de las ideas revolucionarias en el seno de la clase obrera y el pueblo explotado, la oposición que presente la burguesía al avance revolucionario y la capacidad de este en la construcción de fuerzas diversas, será determinante a la hora de privilegiar las formas de lucha.

El desarrollo de la lucha de clases no es algo lineal ni tiene un desarrollo absoluto como lo entienden algunos. Este proceso histórico tiene avances y también retrocesos importantes para el movimiento revolucionario. De allí que a la hora de construir una estrategia con alguna posibilidad de victoria frente a un enemigo poderoso, los revolucionarios no pueden renunciar de antemano a la aplicación de ninguna forma de lucha, sino emplearse a fondo en la combinación acertada de todas las formas de lucha dependiendo de la situación general en que se desarrolle la lucha de clases.
La organización revolucionaria que renuncie a la construcción de una sólida política militar y a su futuro desarrollo, esta renunciando por anticipado a la realización exitosa de la estrategia que nos conduzca a la victoria. Será el mismo desarrollo de la lucha quien nos dirá cual forma de lucha debemos privilegiar en determinado momento, entendiendo como ya lo hemos dicho que la aplicación de esa forma escogida, no significa en ningún caso el no desarrollo en forma paralela y combinada de las demás formas subalternas en ese momento determinado.
En conclusión podemos decir que no es la moda la que determina la validez o no de una forma de lucha, sino el desarrollo general de la lucha de clases y sobretodo la oposición del enemigo. Desde este punto de vista, pedirle a las FARC-EP la renuncia a la lucha armada y que se sumen a la vida política abierta en Colombia, con uno de los gobiernos más terroristas junto con el de Israel, es prácticamente que se dejen asesinar mansa y voluntariamente por esa burguesía criminal.

LAS URGENTES TAREAS DE LA CLASE OBRERA VENEZOLANA Y LATINOAMERICANA.
Si la revolución bolivariana bajo medidas esencialmente Keynesianas y por lo tanto antineoliberales, tiene su partida de nacimiento el 27 de febrero de 1989, durante el denominado caracazo, direccionado por grupos económicos poderosos que estimularon al pueblo a salir a la calle, dejándolos a la deriva, cuando Carlos André Pérez mostraba su faz neoliberal masacradora; la homogeneidad de la clase obrera venezolana se puso a prueba a partir del paro Patronal y tiene en los primeros meses del año 2003 una de sus primeras experiencias para demostrar colectivamente su carácter esencial en la producción de las riquezas.
Es la clase obrera la que puso en funcionamiento a la economía venezolana después de la arremetida de El CAPITALISMO SIONISTA IMPERIAL CON SEDE EN WASHIGNTON y sus aliados subordinados en Venezuela durante el paro petrolero. Esta realidad pone en entredicho los argumentos que esgrimen algunos sectores, en el sentido del poco peso relativo que tendría la clase obrera en Venezuela. La verdad que se ha buscado por todos los medios mediatizar esta verdad y disminuir su peso estratégico en la marcha económico-social del país. Lo mismo se puede decir de otros países latinoamericanos y caribeños donde el papel de la clase obrera es insustituible como fuerza productora de conocimiento, cultura y riquezas.
Desde este punto de vista, es la clase obrera a la cabeza de una nueva alianza social de los pobres y explotados de la ciudad y el campo, quien debe irrumpir con toda su fuerza en los nuevos escenarios planteados. Para esto, es menester que rompa de una vez con los sectores reformistas que le asignan un papel subordinado en una alianza engañosa con las supuestas y fantasmales "burguesías nacionales", o como se le ha querido presentar en el último tiempo a estos aliados subordinados a los centros imperiales: "los empresarios patriotas". La clase obrera debe conquistar su independencia de clase tanto desde el punto de vista ideológico, como en un sentido político-orgánico y reivindicativo-programático.

En esa dirección, los trabajadores deben desatar todas sus fuerzas y energías de reserva y levantar sus reivindicaciones tanto sectoriales como nacionales, identificando con claridad a sus enemigos de clase. La paz social que reclaman los empresarios, no es otra cosa que tratar de seguir explotando la mano de obra sin reclamos ni protesta de los trabajadores. Es un llamado a la rendición incondicional en medio de una de las más brutales crisis capitalistas y en un nuevo intento para que los efectos de dicha crisis, la sigan pagando los trabajadores.
Es por eso que hoy se hace necesario más que nunca, exigir que la crisis la paguen quienes la desataron y son los responsables de sus efectos. El reimpulso productivo se debe basar fundamentalmente en los capitales ganados en forma salvajemente especulativa por los grandes bancos privados y poner esas riquezas al servicio de la propiedad social. Se impone entonces la nacionalización de la banca y de los grandes capitales especulativos en manos de las burguesías, su socialización en forma inmediata y la conformación de un área social de propiedad de los medios de producción con control por parte de los trabajadores.
El desarrollo de esta corriente clasista es uno de los imperativos del actual periodo de acumulación de fuerzas. El estallido de conflictos con la patronal, los pliegos sectoriales, la conformación de bolsas de resistencia, el fortalecimiento orgánico con independencia de clase y el desarrollo de una táctica eficaz y victoriosa, se imponen como una de las tareas más importante del actual periodo y en esa dirección se debe trabajar con todas las fuerzas.
En particular en Venezuela, hay que romper con uno de los enemigos más grandes que tienen los trabajadores y los sectores explotados de la ciudad y el campo. En razón de la lucha electoral, se paraliza y se congela casi el conjunto de reivindicaciones de estos sectores sociales y de esta manera mientras se ganan batallas electorales, la burguesía sigue teniendo su paraíso de explotación y dominación sobre los trabajadores.

No pretendemos negar que exista un avance entre las políticas neoliberales aplicadas en el pasado y el desarrollo de una política neokeynesiana en el presente. Pero este avance es insignificante si lo comparamos con las ganancias que ha tenido la burguesía en el mismo periodo y de los privilegios que todavía goza.
Las batallas electorales no pueden reemplazar los medios de lucha que históricamente han tenido los trabajadores para luchar por sus derechos y hacer retroceder a la burguesía. Pongamos solo un ejemplo para ilustrar esta situación. A 10 años de revolución bolivariana y keynesiana, campea por todos lados la tercerización del trabajo y los famosos contratos basura. En empresas supuestamente nacionalizadas como Sidor, la situación es indignante y se agrava aún más cuando vemos que es una empresa que se denomina de "producción socialista". Eso se debe terminar ya.
Los contratos de trabajo a destajo, la burla de la seguridad social de los trabajadores, la situación dramática de los inquilinos y el empleo creciente de sicarios para doblegar la voluntad de los trabajadores, son prácticas cotidianas en la Venezuela bolivariana. Cuando alguien levanta la voz, para denunciar estos hechos monstruosos del sistema capitalista de explotación, no faltan los sectores afiebrados y fanatizados por el keynesianismo y el reformismo que se apresuran a gritar a coro con el beneplácito de la gran prensa que se esta en presencia de contrarrevolucionarios, agentes de la CIA, infiltrados, pagados por el imperialismo y desestabilizadores de la revolución.
LOS REVOLUCIONARIOS Y LA BATALLA IDEOLOGICA
Estos sectores interesados en detener a toda costa la lucha de clases, tratan de confundir a los trabajadores y separarlos de sus intereses reales que como clase revolucionaria poseen. Según estos sectores los trabajadores deberían esperar tranquilamente que la burguesía eleve su tasa de ganancia (o sea de explotación), que estos nuevos capitales obtenidos de la plusvalía que le roban a los obreros, los reinviertan en nuevos instrumentos productivos (tales como tecnología, maquinarias, insumos, materias primas y mano de obra), de esta supuesta manera, se lograría un desarrollo del aparato productivo, que devengaría en un desarrollo posterior de la clase obrera y la creación de una base material necesaria para realizar ahora si, después de no sabemos cuanto tiempo, una revolución que inicie el camino al socialismo. Por mientras, nada se puede hacer y debemos mantenernos tranquilos y contentos porque por una parte no "existen las condiciones objetivas" y porque de alguna manera con medidas asistenciales, algo sobrellevamos el presente. ¡¡Mentiras!!.
Esa posición esconde otra lectura teórica de relevancia. Se pretende el supuesto qué es la burguesía, la única capaz de producir y de desarrollar las fuerzas productivas; la única capaz de organizar la producción de bienes y servicios y la única en condiciones por lo tanto de dirigir al resto de la población. ¡¡Mentiras una vez más!! La verdad es que la burguesía no produce nada, no desarrolla nada que no sea su explotación de los trabajadores, no organiza nada por si misma y por lo tanto, es una clase parasitaria que vive del trabajo ajeno. En Venezuela la burguesía es una burguesía hamponil y nunca ha producido nada ya que todo lo importa y nunca producirá nada. No podemos seguir escondiendo estas verdades.
Se hace necesario desenmascarar a estos defensores de la burguesía y ganar la batalla ideológica en el seno de los trabajadores y los explotados de la ciudad y el campo. Nadie puede pretender que los trabajadores sigan esperando recibir solo migajas, cuando los verdaderos dueños del poder se siguen enriqueciendo ganen o pierdan elecciones.

Ahora comienza otra historia para el movimiento social en Venezuela y debe comenzar también en el resto del continente. Se tratará como bien ya dijimos de hacer pagar el costo de la crisis a los trabajadores y serán estos los que deben salir a defender sus derechos y demandas por mejores condiciones de vida en principio, y luego por el socialismo. Nada podrá detener esta marea que ya se empieza a expresar en forma embrionaria en distintos sectores de la región y en el país y allí estaremos los Guevaristas.
No podemos eludir el análisis del carácter que creemos tiene el PSUV y la estrategia política desarrollada desde el gobierno en este periodo.
Se ha buscado legitimar y darle una amplia base social a la democracia burguesa y a la vía electoral, como "única vía" posible para alcanzar en alguna fecha del Siglo XXI el difuso socialismo, satanizando y considerando como sin vigencia cualquier manifestación de autodefensa de los sectores populares, a pesar de las graves agresiones fascistas que sufren impunemente con el silencio cómplice de la boliburguesía y sus representantes en la burocracia estatal.
En este contexto, la alianza a construir para los impulsores de esta estrategia, supone un amplio espectro de alianzas de sectores sociales, bajo la hegemonía del segmento de la burguesía más ligado al proteccionismo o "desarrollo endógeno" y al escaso sector industrial de Venezuela. Para hacer efectivo este plan, se requería la aceptación de esta amplia alianza policlasista por parte de las más amplias masas y una política de conciliación de clases que no pusiera en peligro el carácter del estado capitalista ni los intereses burgueses.

De tal forma, se construyó una mayoría electoral relativa que avanzara en la consolidación del nuevo escenario donde el capitalismo se reformara y se abriera a la participación de las grandes masas explotadas, en espacios políticos limitados y circunscritos jurídicamente a una reforma económica que buscaba el desarrollo de una soñada "burguesía nacional progresista o revolucionaria".
De allí que en diez años de revolución, no se trabajara por construir un partido que se enfrentara a la burguesía, sino una maquinaria electoral que fuera capaz de movilizar a millones detrás de un confuso concepto sobre el socialismo del siglo XXI y de políticas asistenciales frente a las grandes carencias de todo tipo que sufren las masas explotadas.
Es por eso que se entiende el carácter policlasista del PSUV en su composición, con una amplia base popular, pero con una dirección evidentemente comprometida con el proyecto en esencia capitalista, con denominaciones o apellidos diversos, enmascarados con dicho concepto difuso del Socialismo bolivariano, rentista, petrolero, del siglo XXI y muchos otros apellidos diluyentes de su esencia.
Este partido esta muy lejos de ser el partido de la revolución socialista, sino por el contrario esta más cerca de ser definido como los antiguos partidos socialdemócratas, hoy reciclados bajo este gran paraguas que ofrece la falta de definición ideológica clara por la revolución socialista.
Analizados los hechos desde esa perspectiva, se entiende los esfuerzos invertidos en tratar de que todo partido que se autodefiniera de izquierda, se incorporara a este nuevo partido político creado a imagen y semejanza de los intereses de una vieja burguesía que se niega a morir y que se apropia del discurso, de la simbología y de muchas reivindicaciones que fueron patrimonio de una izquierda que se quedo dormida en términos políticos y que no supo (o no quiso), tomar los instrumentos necesarios que nos entrega la teoría revolucionaria para leer la realidad económica, política y social que vivía Venezuela y proponer una verdadera revolución socialista.

Debemos aclarar que con los militantes de base del PSUV, mantenemos las más cordiales relaciones y nuevamente les reafirmamos nuestro respeto. Ellos en su mayoría pertenecen a los sectores oprimidos y mantienen puestas sus esperanzas en el desarrollo de la revolución bolivariana. La mayoría de nuestro pueblo apostó a este proyecto en forma honesta y desinteresada y aún persevera en esa dirección a pesar de las confusas señales que se le entregan. Con estos honestos militantes de base del PSUV los guevaristas pueden y deben trabajar en torno a las problemáticas locales y sectoriales sin eludir en ningún momento la necesaria discusión política.
En la actualidad el país esta cruzado por la contienda por la aprobación de la enmienda constitucional que posibilite la reelección continua de autoridades incluyendo al jefe de estado. En este contexto, los guevaristas no hemos eludido el tema en discusión y en forma resuelta nos pronunciamos por “La Otra Enmienda”, que ayudaría para hacer avanzar a la revolución y se plantearía claramente por los intereses de los trabajadores y explotados de la ciudad y el campo.
LA NECESARIA UNIDAD DE LOS REVOLUCIONARIOS
Más allá de la actual coyuntura electoral por la enmienda constitucional y la próxima elección de Agosto (¿ya se dieron cuenta que pronto viene otra elección y que nuevamente tendremos que postergar nuestras demandas?), se le impone a los revolucionarios un largo periodo de acumulación de fuerzas en el seno de los trabajadores y el pueblo explotado de la ciudad y el campo. Este periodo debe estar cruzado por el encuentro de los distintos sectores que quieren hacer avanzar el proceso en un sentido socialista y la recreación de novedosas formas de encuentro, coordinación, concertación y unidad en la acción en torno a la lucha de los trabajadores y los pobres y explotados de la ciudad y el campo por sus derechos y reivindicaciones más sentidas.

La unidad que proponemos no es en ningún caso, la reunión de un grupo de siglas o personeros que reproduzcan una visión mecánica y politiquera de la acción revolucionaria. Estamos proponiendo una unidad entorno a los intereses de los trabajadores y a sus demandas, y es por lo tanto una unidad por abajo, sin pretensiones hegemónicas ni por cuotas de poder. Es una unidad que en el largo plazo, debe dar sus frutos en la maduración de una vanguardia colectiva, compartida y complementaria en razón de la revolución socialista. Debemos perder el miedo a soñar el país que queremos y a luchar por los objetivos auténticamente revolucionarios.
Sectores reformistas en un inicio, serán nuestros principales oponentes y debemos y podemos dar la batalla ideológica con ellos, pero sin perder de vista nunca quienes son nuestros reales enemigos de clase en este largo proceso. Debemos ganar a una parte importante de la base social controlada hoy por el reformismo y el Keynesianismo para posiciones revolucionarias y esto significa, situarnos en los sectores sociales más avanzados del proceso social sin temores de ningún tipo y con una planificación estratégica.
En el largo proceso de acumulación de fuerzas revolucionarias, es fundamental la conformación nítida de una corriente revolucionaria a nivel continental en primer término que levante su voz y su propuesta con fuerza en el seno de los trabajadores y de los explotados de la ciudad y el campo.
Existen experiencias interesantes a nivel regional a las que miramos con simpatía. Tal es el caso del encuentro Conosur, el movimiento de Cátedras Che Guevara y la Coordinadora Continental Bolivariana. Como guevaristas nos sentimos más cerca de nuestros hermanos guevaristas del PRT-Santucho de Argentina y de los hermanos también guevaristas y rodriguistas del FPMR de Chile. Se debe buscar ampliar el encuentro Conosur y articular un proceso de unidad más estrecha en todos los sentidos. Se debe salir al paso al gatopardismo que se vive en Latinoamérica a nivel de algunos gobiernos y se deben socializar las experiencias de construcción que viven las organizaciones hermanas.

NUESTROS PRIMEROS PASOS
No nos vamos a mentir entre nosotros y jamás le mentiremos a nuestro pueblo. Estamos al inicio de todo, con muchas ganas de hacer, pero también con muchas dificultades. El reformismo nos ha tratado de hacer invisibles a los ojos del pueblo y es así como muchos medios que se dicen alternativos, no nos publican ni nos toman como referencia a la hora de citar actores o posiciones en la lucha social. A pesar de eso, lentamente, ganamos más espacio y nuestra opinión es escuchada con respeto en algunos círculos. Por un tiempo solo seremos un referente de opinión para algunos sectores y para otros, ni siquiera existiremos. No nos preocupa en lo absoluto esa situación. Los porfiados hechos terminarán por imponerse a fuerza de trabajo, constancia y esfuerzo revolucionario.
Nuestra página Web ha ayudado mucho en torno a darnos a conocer y a que se conozcan nuestras posiciones. Lentamente van apareciendo nuevas experiencias y nuestro aprendizaje va madurando en este sentido. Nos sentimos orgullosos de haber levantado nuestra voz de protesta e indignación primero que nadie frente a la matanza de nuestros hermanos dirigentes sindicales en Aragua y en ser los primeros en denunciar la posición ambigua en torno a este atroz crimen del nuevo gobernador del psvu de ese estado.
También fuimos pioneros en haber denunciado la corrupción en la Alcaldía Mayor en la antigua administración y haber desnudado la arremetida fascista de la derecha una vez que se hicieron de importantes gobernaciones y alcaldías después de las elecciones de Noviembre. Levantamos en forma consecuente una propuesta coherente con nuestra posición cuando se lanzó la campaña por la enmienda constitucional que denominamos "LA OTRA ENMIENDA" DONDE SE RESUMEN EN 24 PUNTOS LOS QUE A NUESTRO JUICIO DEBEN SER LAS MEDIDAS QUE REALMENTE AFECTEN A LA BURGUESÍA.

En la actualidad hemos asumido sin remilgos, la solidaridad con el pueblo palestino y la hemos identificado como nuestra propia lucha y nos hemos hecho presente en todas las movilizaciones al respecto. Levantamos antes que nadie en Venezuela la consigna del rompimiento de relaciones diplomáticas, comerciales y económicas con el sionismo imperial y exigimos la expulsión de su personal diplomático como así también, la suspensión de la venta de petróleo a ese ente criminal. Días después otras fuerzas se sumaron a esta petición y el mismo gobierno venezolano asumió una pequeña parte de este petitorio.
Es así como luchando y construyendo la idea y el instrumento revolucionario, hemos ido avanzando. En la gran marcha en contra de la demencial agresión sionista imperial, contra el heroico y valiente pueblo palestino, hizo su debut público la Juventud Guevarista Revolucionaria y ya se conformaron nuevos círculos de estudio guevaristas y pronto iniciaremos en forma masiva la “Cátedra Che Guevara” como una forma de entregar formación política en forma abierta a los trabajadores y al pueblo en general. No ha sido poco lo avanzado, pero estamos conscientes que estamos al inicio del camino y por esta misma ruta seguiremos.
No podemos finalizar este informe, sin mencionar un agradecimiento emocionado a nuestro pueblo que nos cobija y alienta. También le agradecemos la confianza a nuestras organizaciones hermanas de Latinoamérica. Sin su ayuda, sin el concurso de los trabajadores, no estaríamos hoy escribiendo este informe y esa confianza nos obliga a seguir trabajando y seguir luchando sin dar ni pedir cuartel en contra de la burguesía y sus aliados de clase. Llegamos para quedarnos así le pese a nuestros enemigos. Aquí estamos porque somos el propio pueblo explotado y pobre de la ciudad y el campo quien se levanta seguido por la mirada cristalina y de confianza en la victoria de nuestro comandante en jefe: Ernesto Che Guevara, a quien hoy le decimos con mucho orgullo: ¡¡Comandante, estamos cumpliendo!!


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